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Colombia un país con espíritu emprendedor

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Los avances tecnológicos han incidido notoriamente sobre nuestra forma de trabajar. Las actividades que pueden realizarse de forma remota y coordinada aumentan año a año, tanto en cantidad como en calidad. Tal como indicábamos en un artículo anterior, estos cambios implican que los desarrollos tecnológicos posibilitan esquemas de negocios prácticamente impensados una década atrás.

En estas nuevas estructuras corporativas, el teletrabajo y la optimización de las plataformas digitales permiten operar de manera global y con flexibilidad, dos condiciones casi obligatorias en una economía tan cambiante. Para los emprendedores de los últimos años esto ha significado una ventaja evidente, sobre todo si su sector está directamente ligado a la esfera digital.

Sin embargo, mientras la tecnología ha “liberado” a muchos emprendedores de los condicionantes físicos tradicionales (precisamente semanas atrás nos referíamos a la redefinición de empresa como una “red de relaciones”), lo cierto es que las reglas de juego de los distintos países pueden potenciar u obstaculizar la iniciativa de los emprendedores.

Dime dónde operas…
A partir del último dossier Doing Business 2012 del Banco Mundial queda claro que algunas fronteras todavía tienen mucho peso para los emprendedores. Según consigna el informe, en muchos países en desarrollo hay factores sociales y legales que frenan el espíritu emprendedor. En general, los impedimentos tienen que ver con “procedimientos más costosos y burocráticos para la apertura de una empresa, registro de la propiedad y pago de impuestos”.

Los resultados del Banco Mundial consideran cinco variables elementales: 1) el número de trámites para iniciar un negocio; 2) el tiempo para comenzarlo (medido en número de días); 3) el coste de implementación (considerado como porcentaje del ingreso per cápita); 4) la accesibilidad a préstamos y 5) la disponibilidad de capitales de riesgo.

En América Latina, por ejemplo, estas variables encuentran su mejor expresión en Chile, Panamá, Colombia, Perú y México. A nivel mundial, el ranking lo encabezan Singapur, Hong Kong, Nueva Zelandia, EE.UU y Dinamarca.

Fronteras y ventajas
En este contexto, y a pesar de que la posibilidad de operar de forma global está hoy más al alcance que nunca (incluso para empresas pequeñas y medianas), los líderes de negocios deben saber interpretar cuáles son los entornos regulatorios más amigables en función de sus objetivos comerciales.

Afortunadamente, esa comprensión del paisaje económico puede ser complementada con algunos de los beneficios que aporta la tecnología: adopción de la computación en nube para una variada gama de propósitos, optimización de la visibilidad digital y esquemas de teletrabajo flexibles y prácticos.

En suma, aunque el reto de ganar competitividad sigue siendo el mismo, la habilidad para los emprendedores de hoy consiste en combinar las ventajas y desventajas de un mundo cuyas fronteras han sido relativizadas –pero no borradas- por los avances tecnológicos.