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Empresas colombianas impulsan su ingreso a mercados del exterior a través de acciones o emisión de bonos
Inscribir acciones o emitir bonos en otras bolsas, se ha convertido en un soporte para la expansión de muchas firmas locales.
Varias empresas colombianas, que tienen presencia fuerte en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), son conscientes de que por sus necesidades de expansión y sus programas de internacionalización, requieren de altas dosis de capital que no siempre se pueden conseguir localmente.
Por ello, las firmas interesadas en ampliar su base de inversionistas en el exterior no se quedaron esperando a que llegaran los recursos, sino que empacaron maletas y se fueron a mercados extranjeros, bien sea para darle más liquidez a sus acciones o para obtener financiación por medio de emisiones de bonos.
En las últimas semanas, dos compañías colombianas han protagonizado historias de este tipo. El lunes, el Grupo Aval radicó información corporativa ante el regulador en Estados Unidos, como un nuevo paso en la inscripción de sus acciones en Wall Street.
Como parte de este proceso, información de la agencia Reuters señalaba ayer que Aval planea emitir acciones con dividendo preferencial y sin derecho a voto por 1,1 billones de pesos. Justamente, mañana habrá asamblea extraordinaria para definir las condiciones de la emisión, que posteriormente deberá ser autorizada por la Superfinanciera.
Apenas una semana antes, el Grupo Suramericana de Inversiones empezó a negociar sus acciones en España, específicamente en Latibex, una plataforma exclusiva para los títulos de empresas latinoamericanas. Estos títulos ya estaban inscritos en Nueva York.
Ambas compañías llegan a engrosar la lista de firmas colombianas cuyas acciones pueden conseguirse en mercados del exterior.
Y aunque los ejemplos más representativos son Bancolombia y Ecopetrol, que se negocian todos los días en el mercado de Nueva York por medio de ADR (cada uno equivale a un número de acciones inscritas en la BVC), lo cierto es que en el listado también figuran grandes compañías como ISA, Éxito, Cementos Argos, InterBolsa y el Grupo Chocolates, aunque sus ADR son de Nivel I, es decir que no están en la rueda, sino que se transan sobre el mostrador.
Como se sabe, la petrolera es Nivel II, lo que significa que se negocia en Wall Street pero no hubo nueva emisión y el banco es Nivel III, porque llegó a Nueva York hace más de 15 años por medio de una oferta pública de títulos.
MÁS PLANES
Y aparte de Aval, otras firmas no descartan la posibilidad de que en el mediano o largo plazo, también lleguen a las ligas mayores.
Isagen dijo que este año presentará ante su junta directiva la iniciativa de inscribir sus acciones en la bolsa de Nueva York, por medio de un ADR Nivel I, aunque no hay fecha definida
Por otra parte, luego de la exitosa emisión de acciones de Davivienda en el segundo semestre del 2010, a la entidad financiera también le suena Wall Street, aunque señaló que esta posibilidad podría concretarse hasta el 2012, después de una segunda emisión en Colombia que está prevista para este año.
Pero además, ISA, que ya tiene un ADR Nivel I, dijo recientemente que, dependiendo de sus necesidades, en cualquier momento podría cambiar sus títulos por los de un nivel superior.
Justamente, los ADR han tenido una participación importante en el dinamismo del mercado accionario de los últimos meses.
Según datos de la BVC, el año pasado los programas de ADR fueron los segundos compradores de acciones después de los extranjeros, con adquisiciones netas por más de 700.000 millones de pesos. Y el saldo de inversión extranjera al cierre del año en estos programas superó los 5 billones de pesos.
Los pros y contras de estar afuera
Nicolás Pardo, gerente de análisis de renta variable de Valores Bancolombia, dice que un proceso de este tipo favorece la liquidez de la acción, con lo cual las compañías se vuelven más atractivas para los inversionistas.
Esto facilitará que las empresas consigan capital cuando así lo necesiten. David Aldana, jefe de investigaciones de Ultrabursátiles, señala que hay otro beneficio y es que las fuertes exigencias para cumplir con regulaciones estandarizadas y regirse bajo normas mundiales de contabilidad, obligan a hacer mejoras tecnológi- cas y permiten que haya mejor divulgación de la información de la compañía. Los expertos consideran que entre los riesgos están que las empresas tienen mayor exposición a lo que ocurre afuera, con lo cual aumenta la volatilidad, así como el riesgo del tipo de cambio.
Bonos en el extranjero, el otro atractivo
Las empresas colombianas también buscan recursos afuera a través de emisiones de bonos de deuda para financiar sus proyectos de expansión, aprovechando el prestigio que han acumulado por ser compañías líderes en sus sectores en el mercado local y en las proyecciones de crecimiento de la economía colombiana.
Este año, ya han sido tres las empresas nacionales que han emitido bonos en los mercados foráneos, caracterizadas por una alta demanda. La primera fue Bancolombia, con una emisión en la que obtuvo 520 millones de dólares a un plazo de cinco años, recursos que se utilizarán en la ampliación de su cartera de créditos.
Otra operación fue una emisión de bonos globales de Emgesa denominados en pesos colombianos por un monto de 736.760 millones a 10 años, para la financiación de nuevos proyectos como la construcción de la hidroeléctrica de El Quimbo. También se refinanciarán algunas de sus obligaciones antiguas.
Por su parte, Empresas Públicas de Medellín (EPM) también arrancaró el año con una operación internacional por un equivalente a 1,25 billones de pesos a 10 años de plazo.
Analistas financieros creen que otras empresas deberán salir en los próximos meses a los mercados externos. Señalan que una posibilidad es Ecopetrol, que este año requerirá inversiones por unos 10.600 millones de dólares.
Sostienen que las empresas que están en expansión internacional también pueden buscar recursos de deuda con emisiones de bonos, cuyo costo puede ser menor al de los créditos tradicionales de la banca comercial.