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Colombia estrena estatus

11.07.2011


Justo cuando la crisis de deuda azota con virulencia buena parte de Europa y las agencias de calificación de crédito se ceban con la suerte del continente, Colombia recibe la bendición del grado de inversión para su deuda soberana por parte de las tres grandes calificadoras de riesgo y lo hacen con una diferencia de apenas tres meses.


La última en sumarse a esta mejora en la valoración del país fue la agencia Fitch, que el pasado 23 de junio justificaba la medida "en su historial de políticas económicas prudentes, una resistencia a shocks tanto internos como externos probada, así como la mejora de sus indicadores crediticios externos. Más aún, la Administración del presidente Juan Manuel Santos ha impulsado una agenda de reformas extensiva destinada a promover la credibilidad y predictibilidad de las finanzas publicas y mejorar la trayectoria de crecimiento del país", decía la agencia en una nota.

Para confirmar esta nueva posición, este nuevo estatus, el país colocó esta semana bonos a 10 años por 2.000 millones de dólares al 4,375%, lo que representa una prima de 130 puntos básicos sobre los bonos a 10 años del Tesoro de EE UU. A modo de comparación, la prima de riesgo de Portugal sobre el bono alemán se situaba esta semana en los 1.009 puntos, y la de España, en 284 puntos. Se trata de la mayor emisión de deuda latinoamericana en casi un año, desde que Venezuela colocó 3.000 millones en agosto de 2010, y representa una rebaja significativa en la prima exigida por los inversores hace no mucho tiempo, dado que una colocación similar en 2009 lo hizo al 7,37%.

"Colombia ha sido un país con un historial de deuda externa impecable. Fue el único de los grandes países de la región que no suspendió pagos en los años ochenta", explica José Juan Ruiz, director de análisis y estrategia de la división América del Banco Santander, que esta semana dirigió el décimo encuentro sobre Latinoamérica en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. "Así que lo que las tres agencias reconocen ahora es la trayectoria del país".

Las cifras ratificarían esa tesis. La Inversión Extranjera Directa (IED) recibida por el país se cuadruplicó en los últimos años, al pasar de 1.200 millones de euros en 2003 a 4.700 millones en 2010, según un informe del Banco de la República. El Banco Mundial considera, en su informe Doing Business 2011, que Colombia es el tercer país latinoamericano donde es más fácil hacer negocios y, pese a tener una trayectoria de más de 60 años de violencia en el país, la economía ha logrado mantener un ritmo de crecimiento medio anual del 4,1% en la última década, "frente a una media del 3,1% en otros países con la misma calificación crediticia", apuntan desde Fitch.

Tras la profunda crisis en la que se sumió el país en 1998, con una crisis bancaria enorme, graves acusaciones de corrupción contra el presidente Ernesto Samper, la quiebra efectiva de buena parte de la Administración y el desplome del PIB, el país inició su particular reconstrucción. Se empezaron a crear instituciones que dieran solidez al sistema financiero, como el Banco de la República, que logró controlar la inflación. Se impulsaron reglas fiscales para forzar el ajuste del sector público y medidas financieras para mejorar el perfil y la composición de la deuda pública.

"Pero sin política, Colombia no hubiera despegado. Uribe [el anterior presidente] se enfrascó en la lucha sin concesiones contra la narcoguerrilla y la seguridad democrática y el país le siguió. Estados Unidos hizo de Colombia su aliado en la región, y ocho años después, la no perpetuación de Uribe y el nombramiento de un personaje político del calibre y experiencia de Juan Manuel Santos convenció a todos de que Colombia cuenta con instituciones y también con líderes para dar solidez al país", explica José Juan Ruiz.

Pero no todo es de color de rosa. "Ahora solo se ve lo bueno, igual que antes solo se veía lo malo. Y el péndulo siempre tiene dos caras", explica Roberto Sifon-Arevalo, director de ratings soberanos para América Latina de Standard and Poor's (S&P). "El reto de Colombia es cómo evitar la enfermedad holandesa, impedir que la fuerte entrada de capitales que ahora está viviendo el país dispare los precios de los activos y tengan efectos dañinos sobre la economía. Colombia está al borde de un boom", asevera. De hecho, BBVA Research, en su informe sobre la situación inmobiliaria de Colombia de junio, espera un crecimiento anual del sector de las edificaciones del 10% promedio durante 2011 y 2012.

El Gobierno es consciente de esos riesgos, de ahí que haya puesto en marcha una batería de medidas para asegurar la consolidación fiscal, como establecer un límite del 2% del PIB para el déficit estructural a partir de 2015, cambios constitucionales para ratificar su compromiso con los objetivos fiscales y un nuevo sistema de regalías para impedir que los fuertes ingresos derivados de los altos precios de las materias primas provoquen una fuerte apreciación del peso. Asimismo, el banco central acumula una importante cantidad de reservas internacionales -3.100 millones de dólares a finales de 2010- que seguirá ampliando en 2011 y cuenta con una línea de crédito preventiva de liquidez del Fondo Monetario Internacional por 13.500 millones, en caso de una pérdida repentina de liquidez externa.

"Si el Gobierno aplica la regla fiscal propuesta y la reforma de las regalías, eso ayudaría a Colombia a contener los síntomas de la conocida como enfermedad holandesa", sostiene S&P en su informe sobre el país.

La combinación de los cambios políticos "con una buena política macroeconómica detrás es imbatible. Con ellas es fácil argüir que Colombia puede ser, tras Chile y Brasil, la tercera historia de éxito del continente", subraya José Juan Ruiz. -